Médico Cirujano de la Universidad de Andalucía
Creador de la Medicina Sintergética
Marzo 10, 2009
Es un maestro, una oportunidad para organizar una armonía
superior en nuestra propia vida, a nivel físico,
emocional, mental y espiritual.
¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en
ti, el alma evoluciona, aprende
En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo
contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental
al alma.
Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma
es cuando enfermamos.
La Salud y Las Emociones
¿Hay emociones perjudiciales para la salud?, ¿Cuáles
son las que más nos perjudican?
Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen
del campo de conciencia emocional.
Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no
procesadas, no expresadas, reprimidas.
El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad,
el común denominador de buena parte de las enfermedades
que hoy tenemos.
Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a
las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía
vital, y puede convertirse en pánico.
¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que
cuidar.
Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que
reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si
no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.
¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva
porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu
territorio, a defender lo que es
tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve
irritabilidad, agresividad,
resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al
hígado, la digestión, el sistema inmunológico…
¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la
emoción de la inocencia, del corazón, y es la más
sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra.
Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas.
La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y
a no darle tanta importancia.
¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque
nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría
pone al resto de las emociones en contacto con el corazón
y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que
lleguen al mundo de la mente.
¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la
depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas,
pero también puede ayudarte.
La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar
el control interno. Todas las emociones negativas tienen su
propio aspecto positivo, las hacemos
negativas cuando las reprimimos.
¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos
negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan
fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos
que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta
la cabeza.
¡Qué difícil!
Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas
son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que
todo lo que existe es amor, por exceso o defecto.
Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor
que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico,
destructivo.
¿Cómo prevenir la enfermedad?
Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es
creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que
prevenir la enfermedad ni que atacarla,
porque seremos salud.
¿Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También
enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era
nadie que llevara una vida desordenada.
Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado.
Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es
fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero
nada más.
Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e
incorporar la lección de la enfermedad en tu vida.
Cada vez más personas sufren ansiedad…
La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se
vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta
de aire…
Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en
lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los
acontecimientos externos, cuando buscamos
muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la
búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos
convertimos en nuestra propia
compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a
intentar llenarlo con cosas y posesiones.
Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío
aumenta.
¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con
más calorías, o buscando un príncipe azul afuera.
La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas
como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene
de que no somos lo que queremos ser,
pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el
“debería ser”, y no somos ni lo uno ni lo otro.
El estrés es otro de los males de nuestra época…
El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser
perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que
no es la mía, de que quiero imitar.
Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu
propia competencia, es decir, cuando quieres ser único,
original, auténtico, no una fotocopia de nadie.
El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico.
Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite
estar alerta y despierto en las crisis, y poder
aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo
nivel de conciencia.
¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con
nosotros mismos?
La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso.
Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la
meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud;
es acceder al altar interior, al ser interior.
Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20
minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones.
Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros
minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado,
a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa
habita
el potencial del alma.
¿Qué es para usted la felicidad?
Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida,
encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la
felicidad no es placer, es integridad.
Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser
felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando
confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos
transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo
o el pequeño ego.
Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá
de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no
nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a
salvo con la vida y con nuestra conciencia.
Vivir el Presente
¿Es importante vivir en el presente?, ¿Cómo lograrlo?
Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las
expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en
el tener.
Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la
realización, y ésta con la capacidad de habitar la
realidad.
Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.
¿Tan confundidos estamos, en su opinión?
Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero
creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo
es el instrumento de la vida
y se acaba con la muerte.
Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer;
pero a más placer no hay más felicidad, sino más
dependencia.
Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el
placer a la vida y no la vida al placer.
La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder
infinito de vivir.
¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el
amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es
una fuerza renovadora.
El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor
todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo.
En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo
ordena.
En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no
hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te
ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar,
y entonces se restaura la armonía.
Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la
debilidad, pero el amor no es débil.
Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no
nos ama…
Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que
sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por
amor… pero no es por amor, es por
enamoramiento, que es una variedad del apego.
Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que
se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina,
también se depende del enamoramiento.
Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en
mi corazón para liberarlo y liberarme.
El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la
libertad, y siempre conduce a la libertad.
Pero a veces nos sentimos atados a un amor…
Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un
fósforo, y cuando lo enciendes se te consume
rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo.
Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa
chispa puede servir para encender el leño del verdadero
amor.
Cuando el leño está encendido produce el fuego, ese es
el amor impersonal, que produce luz y calor.
¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor
verdadero?
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que
ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que
ser ni más ni menos de lo que eres.
Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte;
tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error
es tu maestro.
Ámate, sincérate y considérate.. Si tú no te
quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El
amor produce amor.
Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero
nunca busques una migaja; eso es indigno de ti.
La clave entonces es amarse a sí mismo…Y al prójimo
como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu
hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al
otro.
Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos
transformar, y la vida es una corriente de transformación
permanente.
Imatge: reflexionesdiarias.files.wordpress.com